El 5 de junio Asendhur realizó una nueva salida que combinaba aspectos culturales con senderismo. En primer lugar visitamos el yacimiento La Peña de Estebanvela, a unos 10 kilómetros de Ayllón, así como su Centro de Interpretación.
Este yacimiento fue descubierto en 1992 y es el único del Paleolítico Superior en Segovia. El Centro de Interpretación exhibe reproducciones de los materiales y del arte mueble encontrado en el yacimiento que utilizaban los pobladores de este territorio hace unos 12.000 años, cuya cultura se conoce como Magdaleniense, y que acudían a la cueva a finales de verano para permanecer allí hasta el inicio del invierno. Tras este viaje en el tiempo, realizamos un pequeño recorrido a pie por la ribera del río Aguisejo.
Este yacimiento fue descubierto en 1992 y es el único del Paleolítico Superior en Segovia. El Centro de Interpretación exhibe reproducciones de los materiales y del arte mueble encontrado en el yacimiento que utilizaban los pobladores de este territorio hace unos 12.000 años, cuya cultura se conoce como Magdaleniense, y que acudían a la cueva a finales de verano para permanecer allí hasta el inicio del invierno. Tras este viaje en el tiempo, realizamos un pequeño recorrido a pie por la ribera del río Aguisejo.
A las 12 del mediodia nos esperaba una guía en el Arco de la plaza de Ayllón para acreditarnos y comenzar la visita teatralizada que muestra una parte de la historia de esta localidad medieval y que transcurre por sus lugares más emblemáticos, como son el arco de entrada a la villa, la plaza mayor, la Iglesia de San Miguel o el palacio Obispo Velosillo, actualmente sede del Museo de Arte Contemporáneo. Los actores representaron tan bien su papel que nos transportaron de nuevo en el tiempo, esta vez hasta la Edad Media, durante aproximadamente dos horas.
Tras este baño de historia, paramos a comer y reponer fuerzas para enfrentarnos por la tarde a los 140 escalones (más o menos) que llevan hasta las ruinas del antiguo castillo, desde donde pudimos disfrutar de unas vistas y un paisaje espectacular que nos hizo olvidar rápidamente el esfuerzo de la subida.
De regreso a casa paramos en el pantano de Linares, lleno a rebosar de agua tras las últimas lluvias, y visitamos Maderuelo, cuyas dos iglesias de orígen templario y las impresionantes vistas del pantano que ofrece desde lo alto bien merecen una parada en el camino.
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